Cuando estamos enfermos se nos quitan las ganas de comer, y
si esto ocurre con los adultos, imagínate en el caso de los niños. Los
problemas de estómago, como la gastroenteritis o la diarrea, pueden dejar a nuestros peques débiles y sin apetito. En estos casos, deberemos reintroducir los
alimentos en la dieta del niño poco a poco, realizando varias etapas, además de seguir los consejos del pediatra que lo esté tratando y, lo más importante, sin forzar al niño a comer en ningún momento.
La primera fase de reintroducción de los alimentos comienza
en el momento que, tras haber pasado unas horas ayunando, se comienza por
incorporar líquidos con algunos añadidos para hidratar al pequeño, como zumos
naturales, y para ello nada mejor que una limonada alcalina casera.
1 litro de agua
50 gr. de azúcar
½ cucharadita de sal
½ cucharadita de bicarbonato sódico
El zumo de un limón
Preparación:
Hervir el agua durante unos minutos, dejar enfriar. Mezclar con el zumo de limón colado y el resto de ingredientes. Remover bien hasta que estén todos disueltos. Guardar en la nevera. Dar al niño en pequeños vasitos.
Más tarde, en la segunda fase, se pueden comenzar a
introducir caldos, purés y sopas de pescado o arroz. Los primeros alimentos sólidos que tomen deben ser de textura suave, esta sopa de arroz con zanahoria le resultará muy agradable al pequeño y su estómago la agradecerá.
Ingredientes:
1 zanahoria
1 diente de ajo
800 ml de agua
Sal y aceite de oliva
Preparación:
En un cazo grande pon a calentar el agua con un poco de sal. Lava y pela la zanahoria, córtala a trocitos muy pequeños. Cuando el agua rompa a hervir añade el arroz y un diente de ajo, deja que cueza sobre 10 minutos y añade la zanahoria y un chorrito de aceite de oliva, dejar cocer otros cinco minutos. Antes de servir retirar el diente de ajo.
Y finalmente, en la última
fase, volveremos a introducir poco a poco los alimentos sólidos, como el
pescado o pollo a la plancha o una tortilla francesa. Así conseguiremos que el niño recupere las fuerzas sin crear
malestar en su estómago, que todavía estará delicado. Esta es la receta de una sencilla tortilla francesa con migas de pan, bastante suave y blandita.
2 huevos
50 gr. de miga de pan
50 gr. de jamón cocido
Aceite de oliva, perejil y sal
Preparación:
Mojar la miga de pan en agua y escurrirla bien. Cortar el jamón en trocitos. Sazonar los huevos con sal y perejil y batirlos, echar la miga de pan y el jamón. En una sartén poner una cucharada de aceite de oliva a calentar, cuando esté lista verter la mezcla y a medida que cuaje ir cerrando. Sacar y servir.
Siguiendo estas fases y manteniendo la dieta blanda durante
unos días, el niño recuperará el equilibrio rápidamente. No debemos preocuparnos
si no sabemos marcar una dieta blanda adecuada a nuestro pequeño, ya que el
pediatra nos suele dar algunas indicaciones básicas, que seguiremos en todo
momento, ya que es el que conoce realmente el estado el niño.
Administraremos alimentos de sabor delicado y teniendo en
cuenta la forma de prepararlos, siendo las mejores opciones los alimentos
cocidos o a la plancha, ya que serán más fáciles de digerir; evitando en todo
momento las especias, el exceso de aceite, el picante o los sabores fuertes.
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