En este estado se producen algunas alteraciones metabólicas, debido al aumento de temperatura corporal:
1. Aumenta el Metabolismo Basal un 13% por cada grado de aumento de la temperatura por encima de los 37º
2. Intolerancia a los hidratos de carbono, aparición de hiperglucemias, glucosuria e hiperinsulinemia. Produciéndose, seguidamente una hipoglucemia con depleción de los hidratos de carbono.
3. Aumento del catabolismo
5. Reducción de los ácidos grasos libres (AGL) en el plasma
6. Perturbación del metabolismo del hierro:
- Disminuye su absorción
- Menor utilización para la fabricación de hemoglobina
- Anemia ferropénica
7. Retención de agua y minerales, parte del agua es eliminado por pulmones, piel, vómitos y diarreas
8. Alteraciones en los órganos digestivos
9. Perdidas de vitaminas hidrosolubles por el sudor
10. Disminución en la producción de anticuerpos
En la mayoría de procesos febriles el tratamiento más recomendado consiste en baños con agua tibia para intentar disminuir la temperatura corporal del paciente, evitando siempre que se pueda el uso de medicamentos. En cuanto a la dietoterapia también podemos actuar para proporcionarle a nuestro organismo lo que necesita para recuperarse.
El 55% del Valor Calórico Total será introducido en la dieta en forma de hidratos de carbono, ya que se toleran mejor que las grasas, las cuales reducen el apetito.
En el caso de las proteínas marcaremos un 15% dentro de su tolerancia, para poder asegurar un balance positivo y favorecer la producción de anticuerpos, regeneración de tejidos dañados…
Los minerales se tomarán de manera normal, excepto el sodio, el cual reduciremos ya que aumenta la inflamación (4-5 gramos)
En cuanto a las vitaminas se aumentarán la vitamina B y C, ya que mejoran la nutrición, mejoran los procesos metabólicos, ayudan a transformar los aminoácidos…
En los procesos febriles el paciente suele perder casi por completo el apetito, por lo que las preparaciones se darán en forma líquida o semilíquida, dentro de lo posible y con una temperatura templada o fría. Se aportará a la dieta jugos de frutas, leche, purinas… se aprovecharán los momentos sin fiebre para comer, y si es continua se dará la comida fraccionada cada 2 horas, según apetencia; si por el contrario, la fiebre es vespertina (por la tarde) se dará el mayor aporte calórico por la mañana y al medio día.
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