Conozco a mucha gente a la que le encanta el vino y, particularmente, creo que es perfecto para acompañar algunas comidas o para compartir una copa con amigos y familia. Pero, a la hora de elegir… ¿cuál es el más saludable?
En primer lugar deberemos saber que el vino es una bebida obtenida mediante la fermentación alcohólica del mosto o zumo de la uva. Esta fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras que transforman los azúcares del fruto en alcohol etílico y gas.
Sería interesante que supiéramos que en la producción de vino, se producen normalmente dos tipos de fermentación (aunque existen otras variantes según los sabores y aromas que queramos conseguir en el producto final):
Paralela a la fermentación alcohólica aparece una segunda fermentación: la fermentación maloláctica, con la que reducimos la acidez del vino. Esta fermentación es fundamental para la calidad del vino, especialmente en los vinos tintos. Básicamente consiste en la transformación de todo o parte del ácido málico procedente de la uva en ácido láctico y anhídrido carbónico. Los viticultores deben tener mucho cuidado con ella, ya que suele ser imprevisible, y para procurar que ocurran las dos simultáneamente añaden levaduras al mosto.
Los tipos de vinos con los que solemos acompañar las comidas, o incluso cocinar son, principalmente:
- Vino Blanco, el cual es obtenido a partir de uvas blancas. Este vino a medida que envejece se oscurece.
- Vino Tinto. Es el obtenido a partir de uvas tintas a las que no se les ha separado los hollejos. Este vino a medida que envejece el color decrece.
Una vez que sabemos un poco más sobre cómo se crea este manjar, vamos a pasar a contestar a la pregunta formulada en el primer párrafo del artículo:
¿Qué tipo de vino es más saludable, el blanco o el tinto?
Claro está que en ciertas comidas se elige el blanco en vez del tinto por la afinidad de sabores y aromas, pero la recomendación tan extendida de una copa diaria de vino, en definitiva debe ser de vino tinto.
Este tipo de vino tiene incluso diferentes compuestos que protegen contra la oxidación del LDL-colesterol, el llamado comúnmente "colesterol malo", cerca de 20-50 veces más que el vino blanco.
Resulta que mientras más tiempo se estén fermentando las uvas mayor será el contenido en resveratrol y mayor serán los beneficios (aunque deberemos tener en cuenta que también se eleva el grado alcohólico).
Así que a tomar una copita de vino tinto para obtener muchos antioxidantes, pero siempre con moderación y siempre que no vayamos a conducir; es una copita y no vale acumularlas todas para el fin de semana. Que rico es poder darse de vez en cuando un gusto como este!!
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